CRUCE DE MIRADAS

No hay princesa ni bruja que me pueda enamorar… solo tú.

Por mirarte casi muero en aquel paso de cebra, tu aura eclipso mi capacidad de razonar, y no pude girar la cabeza a ver si venia un auto con intención de matarme.
Tú, que si miraste a la calzada, cruzaste a la par mía, consciente.
Yo, inconsciente, no me daba cuenta que la vida me daba una oportunidad.
Tu, elegante y sonriente, me miraste y no me viste.
Yo, imbécil y estúpido, merecía haber sido atropellado por un camión, por no decirte nada.

No hay comentarios: