Siempre apareces en las direcciones de mis bares favoritos, y el parque del ancla de mi infancia, es tuyo también, todavía busco tu nombre en el cielo, porque en la ribera del Duero, si que vemos las estrellas.
Ahora que, pese a mis promesas,
sigues siendo mi musa,
ahora que, este aprendiz de Sabina,
que luchó por hacerte feliz,
se esconde tras las cortinas,
para no ver como matan,
a su hermana Palestina.
Ahora ya no te espero,
ni te llamo ni te busco,
ni trabajo con esmero,
ni sueño con tu busto,
ahora ya no te quiero.
No duermo,
y no es por ti,
tampoco miento,
no es que sea (del todo) feliz, (así)
aunque si que se,
es mejor sin ti.
Y es mejor asi.
Ahora sueña ese niño,
ahora ha vuelto a suspirar,
por el viento en la melena,
de esa niña al caminar,
todo en ella lo ve bueno,
no le ha visto la maldad,
esos ojos azul cielo,
le han vuelto a iluminar,
y la sonrisa de esa nena,
no le invita a despertar,
solo sueña que su sueño,
se convierta en realidad.
IGNACIO DE LOYOLA
Hace 9 años